I. Inaudito . Los sacerdotes de Baal lloraban en vano, al igual que el hipócrita y el formalista; lo mismo ocurre con el hombre que reza por odio y no por bienquerencia.Segundo: por este medio Jehová les pone de rodillas con más frecuencia, para que le busquen para abogar su causa y para clarificar su inocencia. ¡Cuántas veces habló el profet